Tú, que llevas toda la vida comprometido con el cuidado del medio ambiente, que metes botellas de agua en la cisterna del WC para ahorrar agua, que has luchado por contar con placas solares en la comunidad de vecinos… Llega el momento de motorizarte y sólo encuentras problemas para cargar el coche eléctrico en la comunidad de vecinos.
Quizá te hayas bajado al garaje comunitario y, aparte de comprobar cómo te han vuelto a invadir la plaza de garaje, te percatas de que no hay ni un solo enchufe. Eso pasa mucho, más de lo que piensas.
O a lo mejor sí que has encontrado enchufes, pero son de los normalitos y ya se sabe que, para los coches eléctricos, esos sólo sirven para pequeñas emergencias, si no quieres terminar con una batería agonizante. Además de que encima de ser enchufes “de los malos”, son de la comunidad y ves poco probable que tus vecinos estén dispuestos a pagarte la carga del coche.
Y lo más importante, en cualquiera de los dos supuestos subes a tu vivienda, traspasas el umbral de la puerta de seguridad y te dejas caer en el sofá y te percatas de que no tienes ni idea de cómo empezar a hacerlo para poder cargar el coche eléctrico en la comunidad de propietarios. Para colmo, lo consultas con el vecino troll y donde tú veías piedras en el camino él ve abominaciones de la naturaleza que amenazan con devastar la humanidad.
A ti, que no cejas en un tu empeño de tener un coche eléctrico y vivir en una comunidad de vecinos, te dedicamos estas líneas.
¿Qué vamos a ver?
¿Qué necesitas para cargar el coche eléctrico en la comunidad?
Si lo vas a hacer, hazlo bien. Para cargar el coche en la comunidad lo que necesitas es instalar, preferiblemente al lado de donde aparcas el coche, una cajita mágica de la electricidad, conocida en términos mundanos como base mural de recarga. Es tan mágica que ya cuenta con un conector específico para coches eléctricos. Es tan lista y polivalente que funciona desde los 16A hasta los 3,6KW y encima admite más potencia y puedes integrarla en una red eléctrica inteligente. Todo un prodigio. Además, son seguras: si por ejemplo se monta la fiesta del agua en la comunidad, las bases permanecen impávidas. Si surge otro problema mayor, se va la luz y punto.
Si vas a instalar una, tampoco te emociones. A veces menos es más y tu bolsillo te agradecerá que escojas una acorde a las necesidades de tu vehículo. Porque las hay de varios tipos, diversas tomas de recarga, con manguera con cable de varios metros…) y funcionalidades. Consúltalo con la firma del vehículo, porque no todas utilizan el mismo conector.
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Y tú, que sigues con la vista puestas en los problemas de recarga, te preguntas. ¿Y si el vecino moroso decide además ser el vecino bribón y me choricea la electricidad? Pues que no podrá, ya se han inventado todo tipo de sistemas de bloqueo para los puntos de recarga.
¿Qué tipo de instalación necesitas?
Desde el 2014, la normativa para saber qué vale y qué no vale para instalar un punto de recarga en el garaje está completa (y las puedes consultar aquí). Se trata de una Instrucción Técnica Complementaria (ITC) al Reglamento electrotécnico para baja tensión. ¿Su nombre? ITC-BT-52 «Instalaciones con fines especiales. Infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos». Saber este último dato ya te permite iniciar alguna conversación con tus vecinos en el ascensor, a menos que esté averiado, en cuyo caso habrá temas más interesantes que tratar.
Una vez que ya conocemos el nombre, analizamos las opciones de instalación que recoge esta normativa.
La primera es que aprovechemos nuestro propio contrato de electricidad de la vivienda. Es nuestra casa y es nuestro coche. Tiene sentido. Pero aunque sea el mismo contrato, también podemos decidir si tirar el cable desde los contadores o desde el cuadro de la propia casa. Si tiramos de los contadores, la cosa se pone muy fácil; porque normalmente están en la misma planta que los garajes y la instalación será así más sencilla. Para esta opción necesitamos tener contadores “de los nuevos”: el eléctrico digital.
Si decidimos tirar desde casa, cuenta tantos metros de cable como pisos de altura ($$$). Sin embargo, este tipo de instalación nos permite tener pleno control del uso y consumo de la alimentación eléctrica y podemos poner allí mismo los interruptores automático y diferencial, un contador, un programador… ¡Deja que tu imaginación vuele!
Si esta opción no nos convence también podemos contratar una línea súper especial y exclusiva para la carga del vehículo. Decantarse por una u otra es cuestión de hacer cuentas ($$$).
Contratar una línea independiente supone hacerse con un nuevo Código Universal de Punto de Suministro (CUPS) y afrontar los gastos que suponen la potencia contratada, los impuestos y el IVA. ¿Y por qué sería eso ventajoso?
Porque como es independiente del consumo de la vivienda podemos contratar la tarifa que más nos convenga. Y estamos hablando de la “súper-valle”. Así, recargas el coche cuando te salga más “súper” barato hacerlo. De esta manera, si vas a cargar mucho el coche (o muchos coches) posiblemente te rente contratar un suministro independiente. En todo caso, tú decides.
Una tercera opción en la que tú te lavarás las manos y dejarás el trabajo a otros es contratar los servicios de un “gestor de carga”. Éstos son empresas que adquieren la energía a precios muy competitivos y están autorizadas a venderla para la carga de vehículos. Son muy simpáticas, te informan de la procedencia de su energía y se ocupan de la seguridad y del mantenimiento de las instalaciones.
¿Y habías oído hablar de la inducción? Aunque no lo creas, no es sólo para la vitro. Es un sistema de recarga inalámbrico que hace que te olvides del cablecito. Sin embargo, sí sigues necesitando la instalación hasta la plaza de garaje. Además, todavía está poco implantado en España.
Por otra parte, en casos puntuales no es posible realizar la instalación desde el contador del usuario. O bien porque tenga alquilada (o comprada) una plaza de garaje fuera de su edificio de viviendas o bien porque técnicamente sea todo un embrollo. En esos casos, es posible hacer la instalación desde el propio contador eléctrico del garaje, pero es un poco más embrollo. Aunque no demasiado. En estos casos, habría que instalar un contador secundario al general para que la comunidad de vecinos pueda cobrar el consumo de electricidad al usuario.
¿Y entonces por qué es tan embrollo? Porque, ah, amigo, si es el caso, tiene que ser aprobado en Junta de Propietarios…
¿Necesitamos autorización para instalar un punto de recarga en el garaje?
Si como hemos visto es necesario tirar del contador general, sí. En el resto de casos, la cosa es mucho más fácil. En el 2009 se quiso impulsar el uso de coches eléctricos y, por ello, se reformó la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) para hacer el proceso más sencillo.
De esta forma, para nuestro jolgorio, el artículo 17.5 de la LPH dice claramente cómo la instalación de los puntos de recarga en las plazas de garaje del aparcamiento del edificio, si son para uso privado, sólo requerirá de una comunicación previa a la comunidad. Es decir, hay que informar previamente de manera formal y por escrito al Presidente de la Comunidad (y al Administrador de Fincas). Y si lo haces, guarda ese documento sellado, fechado y firmado.
En todo caso, si la comunidad está tan poco implicada en tus ideas de búsqueda de un planeta mejor, es porque ellos no tienen que pagar nada. Toda la instalación y los costes derivados así como el consumo deben ser asumidos por el interesado.
¿Y en Cataluña?
Si vives en Cataluña y quieres instalar un punto de recarga, debes comunicar tus intenciones al Presidente y al Administrador de Fincas; pero a diferencia de la ley estatal, deberás adjuntarles un proyecto y la comunidad tiene el derecho de reunirse para proponer alternativas al mismo.
Instalar un punto de recarga en la calle
Y ya, el último problema que puedes tener es que quieras tener un coche eléctrico pero tú no tienes plaza de garaje ni en tu comunidad de vecinos ni en ninguna otra parte. En esos casos, no todo está perdido. ¿Te acuerdas de los gestores de carga? ¿Esos que se ocupaban de todo? Puedes acudir a ellos pidiendo ayuda para instalar un punto de recarga en la calle. Aunque no lo tienes todo ganado. La compañía analizará si puede hacerlo o no y habrá también que pedir un permiso municipal. Si tienes el ok de ambos, sólo te queda contratar los servicios de la empresa.
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