En Micomuniweb defendemos la personalidad de cada ser, ente o material, celebramos que cada uno luche por lo que cree y no se amedrente por los formalismos sociales. Nos enorgullece que tus paredes decidan dejarse crecer las humedades, que tu trastero haya dado rienda suelta al caos o que una plaga de extintores haya conquistado los pasillos.
Por ello, resulta desconcertante el revuelo montado en torno a la eficiencia de la calefacción central. ¿Que unos pisos se calientan más que otros? Bueno sí, ¿y qué? La calefacción central ha decidido ser caprichosa y no pasará por una distribución térmica equitativa. Eso es la salsa de la vida. No saber si te tocará ser de los que pasan frío o de los que tienen que abrir las ventanas en invierno.
Y es que no hay nada más bonito que saber que tu vivienda se caldea con la calefacción del de arriba y del de abajo, cerrar todos los radiadores y, aun así, tener que ir en bañador por la casa mientras fuera nieva. Pero eso no es lo mejor. Lo mejor, como siempre, es saber que pagarás igualmente, sea porque en tu comunidad de vecinos vais a escote o porque te toque en función del coeficiente de tu vivienda. Porque no usar la calefacción central no te exime de su pago; es un servicio más de la Comunidad de Propietarios y hay que pagarlo. Eso es así y así lo refleja la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) en su artículo 9; la calefacción central es un gasto más de la comunidad de vecinos y su cuantía no varía a lo largo del año.
Visto de otra manera: si te vas a pasar tres meses de ruta por los pueblos de la Estepa Manchega y dejas tu casa cerrada, tendrás que hacerte cargo de tu obligación de pago de la calefacción central. Es decir, le pagarás la calefacción al vecino.
Y pagarás igual que el resto. Seas una familia gran-numerosa o vivas solo, si el piso tiene los mismos metros cuadrados, pagaréis lo mismo.
¿Quién quiere preocuparse por conseguir un buen aislamiento térmico para desafiar a las facturas en la Comunidad de Propietarios si sabe que va a pagar sí o sí?
Pero el capricho de la calefacción central no queda ahí. En muchas ocasiones, los pisos más bajos se caldean más y antes. Esto pone a la Comunidad de Propietarios en una importante disyuntiva: ¿hacemos que los de abajo tengan que abrir las ventanas, les permitimos hacer negocio y abrir una sauna de dudosa legalidad, o dejamos que los de arriba puedan alternar con los pingüinos?
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¿Y qué pasa cuando en el salón hace muchísimo calor y la cocina está helada? Son muchas las maravillas que nos proporciona la arbitrariedad de la calefacción central, muchas las conversaciones de ascensor que suscita y muchos los apartados de Ruegos y Preguntas en una Junta de Propietarios que se consagran a ella. La calefacción central es uno más dentro de la fauna vecinal que puebla una comunidad de vecinos.
Sin embargo, todas estas pequeñas pillerías que dan salseo a la vida tienen los días contados. Los detractores del libre albedrío de la calefacción central han puesto como límite el 1 de enero de 2017 para instalar contadores individuales en las viviendas de la comunidad de vecinos que permitan conocer el consumo exacto de calefacción de cada una de ellas.
Si una vivienda no instala el contador individual, sus propietarios se enfrentarán a sanciones de hasta 10,000 euros. ¿Algo más? Sí. La Comunidad de Propietarios podrá penalizar a esos propietarios disidentes y facturarles el máximo consumo. Sin embargo, esto no será así para todos. En los territorios más cálidos de la geografía española estarán exentos de instalar medidores individuales los edificios en los que la “mejora” no compense en términos económicos.
Debido a esta nueva normativa, los propietarios se verán privados de la arbitrariedad térmica de la calefacción central y serán conscientes de su propio consumo ¡Qué barbaridad es ésta! ¿A qué hemos llegado? Podrán autorregular la temperatura de la vivienda y adecuarla a sus gustos y necesidades. Podrán, incluso, apagar la calefacción cuando se van de viaje o de fin de semana y adecuar la factura térmica a su consumo. ¿Qué pensarán los vecinos?
¿Qué vamos a ver?
Calefacción central: instalación de medidores individuales
Como a perro flaco todo son pulgas, para instalar los medidores individuales de calefacción, habrá que tener en cuenta el tipo de calefacción central que tengamos en las manos:
Calefacción central en anillo
Decimos que la calefacción central es de anillo cuando la entrada y la salida del agua son únicas para cada vivienda. Es la que tienen las comunidades de vecinos edificadas después de 1997. En este caso, cada vivienda deberá instalar su contador de calorías.
Calefacción central en columnas
La calefacción central en columnas se identifica porque todas las viviendas comparten la entrada y salida y es propia de los edificios más antiguos. En este caso, los propietarios deberán instalar un repartidor de costes en cada radiador que permitirán elaborar recibos individualizados.
Con esta reforma, los días de abrir las ventanas de par en par en invierno para expulsar la calima acumulada en la vivienda, los de dormir con pijama de franela de cuello vuelto y calcetines de lana porque no llega la calefacción a tu piso o los de pagar la calefacción de una casa en la que no has estado llegan a su fin.
La calefacción central dejará de ser caprichosa y arbitraria y los propietarios de las viviendas de la comunidad de vecinos pagarán por la calefacción que consumen. A partir del 1 de enero de 2017, las facturas serán menos déspotas y perderemos temas de discusión en las Juntas de Propietarios. A partir de esa fecha, la comunidad perderá un poco de sí misma y todos estaremos un pelín más aburridos (¿o era tranquilos?)
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