Llega la primavera, y la luz, y el color y la vida al jardín de la comunidad de vecinos, y las alergias y las plagas y el crecimiento incontrolado de maleza. Es por ello que en toda comunidad de vecinos surge en esta época del año una preocupación creciente por el mantenimiento de jardines. ¿Es necesario? ¿Interesa más tener un jardín o dejarse envolver por la jungla primaveral?
En muchas comunidades, los vecinos se decantan por contratar servicios de jardinería para la comunidad de vecinos. Empresas de mantenimiento de jardines. De esta manera, pueden dedicarse a sus tareas domésticas, como ordenar el trastero, y olvidarse del jardín.
Otros prefieren realizar ellos mismos el mantenimiento de los jardines de la comunidad. Por turnos, los vecinos podan árboles, cuidan el césped y miman sus flores.
En todo caso, las acciones del presente determinan el uso que se pueda dar al jardín en el futuro. Que es lo mismo que decir que lo que hagamos en primavera en nuestro jardín concretará el uso que podamos hacer de él el resto del año.
¿Pero qué debes saber del mantenimiento del jardín en primavera?
¿Qué vamos a ver?
Mantenimiento de jardines en primavera: qué hacer
Abre tus brazos a la siembra
Si tienes jardín, muy probablemente te guste disfrutarlo. Ahora hazte la siguiente pregunta: “¿Cómo quieres verlo en verano? ¿Qué colores quieres que predominen? ¿Qué olores quieres que te embriaguen? El comienzo de la primavera es el momento de decidir cómo será tu jardín del futuro.
El frío da sus últimos coletazos y los rayos solares inciden cada día con un poquito más de fuerza. No lo pienses, elige las flores que querrás tener en verano y planta ahora los bulbos de floración estival. ¡Es el momento de plantar flores!
De momento no te preocupes por el abono. Unas lo querrán antes; otras, después. Pero por regla general, deberás esperar al “desarrollo activo” de la planta (a que esté creciendo), entre la primavera y el verano.
Y llegaron las plagas
La vida puebla todo el jardín, los nuevos brotes y… las nuevas plagas que amenazan su bienestar. Ya vimos hace tiempo cómo hay que combatir una plaga en casa; que posiblemente sean las más desagradables. Pero en el jardín también las hay y no menos importante es plantarles cara.
Las lluvias y el incipiente calor dan vida a caracoles, cochinillas, pulgones, etc. Antes de que llegue el verano y de que los nuevos habitantes de la comunidad acaben por dejar tus plantas como un queso gruyère, echa un vistazo al jardín e intenta descubrir los indicios de su presencia.
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¿Dónde localizar las plagas del jardín?
Echa un vistazo a las hojas de las plantas, mira a ver si están amarillentas o si tienen algún agujerillo. Además, puedes encontrar colonias de pulgones, caracoles o babosas que se han resguardado durante el invierno a la espera de iniciar su ofensiva en primavera y verano.
Y el césped… es importante cortarlo, pero eso no es lo único que debes hacer en el césped.
Da una nueva vida a tu césped
A menos que tengáis césped artificial en la comunidad, en cuyo caso más de la mitad está hecho, el césped también requiere cuidados primaverales. Las malas hierbas también reivindican su derecho a la existencia, pero si las llamamos “malas” es porque no queremos que su empeño dé frutos (y menos ellas). ¡Quítalas antes de que hagan efectiva su invasión!
En ocasiones, el suelo del césped también se ha desnivelado dando lugar a socavones varios y a veces hasta aparecen calvas. Rellénalo con sustrato y vuelve a replantarlo.
Nutre tu jardín
Las flores que queremos que salgan, el césped que ansiamos… Todo necesita de un poquito más de mimo para estar reluciente en verano. Por ello, el comienzo de la primavera también es la época de enriquecer la tierra.
Abonos industriales serán tus grandes aliados, pero no dejéis pasar las oportunidades que ofrecen las composteras, recipientes en los que hemos ido depositando desechos orgánicos para crear un excelente nutriente a nuestro sustrato.
Agua y más agua
Salvo en los jardines más mediterráneos, cuya selección de plantas se basa en la escasez de lluvia, el agua es el principal elemento para dar vida a tu jardín. Y en verano necesitaréis mucha. Seáis más de riego automático o más de manguera, aseguraos de que toda la instalación funcione correctamente.
Una gran idea para ahorrar agua en la comunidad de vecinos es que instaléis algún aljibe u otro tipo de colector de agua de lluvia. Esa agua es ideal para vuestras plantas, ya que va cargadita de nutrientes y bien escasa de cloro.
Y todo lo demás…
No sólo de plantas se adorna un jardín. También tendréis vallas, puertas, enrejados… Antes de que la frondosidad haga acto de presencia, aprovechad que las plantas son pequeñitas o inexistentes para realizar las pequeñas reparaciones pertinentes. Pintura, arreglos, engrasados… ¡Ahora o nunca!
Y por supuesto, ¡cuenta con las herramientas adecuadas!
Es el momento de inspeccionar el estado de los útiles del jardín. Comprobar si ha aparecido óxido, si alguna hierba seca impide el buen uso de una herramienta determinada… y no te olvides tampoco de limpiarlas después de cada uso. Las herramientas del jardín pueden contaminarse, por ejemplo, de las tan temidas plagas. No limpiarlas puede montar la fiesta del pulgón en la comunidad de vecinos si a través de ellas lo propagas de una a otra planta. Es algo parecido a limpiarse las manos después de acariciar a los animales de la comunidad.
Y si todo este mantenimiento te parece un mundo, asegúrate de contratar a una empresa de jardinería especializada. Un servicio de jardinería te hará el diseño del jardín, pero también se ocupará de revisar todas las instalaciones y de cuidar el crecimiento de las plantas para asegurarles un crecimiento sano.
¿No conoces ninguna? Consulta lo que nuestras empresas colaboradoras pueden hacer por el jardín de tu comunidad de vecinos.
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